Quiero algo que no me guste

Dentro de los géneros más curiosos que hay en el mundo de los videojuegos están los juegos de terror. Y dentro de ellos se juntan dos características muy curiosas: poder interactuar de primera mano con el título y tener un título basado en el sufrimiento.

Los otros videojuegos retan tu inteligencia, habilidad o reflejos. Aquí lo mucho o poco que reaccionaremos ante el disconfort que nos causa.

¿Lo opuesto es lo bueno?

En el caso del diseño de videojuego de terror nos encontramos que hay que plantear muchas cosas al revés de lo que haremos ante cualquier otro tipo de juego. Por ejemplo:

• “Hay que poner un entorno fácil de comprender y que nos ayude". La oscuridad y el comprender poco cada detalle de lo que ocurre puede potenciar mucho la sensación.
• “Tiene que ser una evolución constante y hasta cierto punto predecible". Los cambios de ritmo son clave para los sustos y la tensión. Alargar lo que debería acabar ya o poner algo que no se espera.
• “Hay que dar mecánicas y formas para que el personaje pueda sentir que es capaz de resolver las situaciones". Raro es el juego de terror que nos deja alguna arma y si la hay las balas están contadas y parecen afectar muy poco a nuestra nemesis. Nunca parece haber control total sobre la situación.

No es lo de siempre

De la misma forma que en el cine, el tipo de juegos dentro de esta categoría van cambiando y cuando sale uno que se diferencia lo suficiente los clones comienzan a aparecer.

En los últimos tiempos han surgido el género de los backrooms: laberintos (casi) sin elementos de detalles con multitud de pasillos iguales y ambientes minimalistas que desorientan mientras dan la sensación que tenemos a alguien pisandonos los talones.

Antes quedó el boom de las casas encantadas. Dichas casas kilométricas de varios pisos, alas, pabellones y otro rincones dignos de los sueños de cualquier inmobiliaria están plagados rutas imposibles, puertas cerradas, pasillos angustiosos y alguna que otra pista a lo escape room mientras se nos aparece nuestro engendro paranormal para vengarse y/o contarnos su triste historia.

En contrapartida, juegos como el Five Nights at Freddy 's no hacen nada de exploración y, en este caso, nos hacen vivir toda la aventura desde la cabina del vigilante nocturno mientras los animatronicos del lugar se vuelven homicidas y se van viendo por las cámaras de seguridad. Un buen recurso de ahorro de elaboración y mucho más en la tensión que provoca.

Alguien también incluiría los de temática terrorífica como los conocidos Resident Evil pero en este caso, pisan la línea del juego de disparos combinado con el terror en diferentes proporciones en función del título de la saga.

En definitiva, todos buscan romper algún convencionalismo de los juegos actuales o clásicos para sacarnos de la zona de confort. Pero es curioso que dicha zona de confort se ha creado mediante algo no real que hemos creado gracias a los juegos “normales”.

¿Qué nuevos juegos de terror surgirán a partir de ahora para romper las zonas de confort de los juegos del futuro? ¡Estamos expectantes!