• Desde la creación de la imprenta hasta los programas avanzados en maquetación, el papel del maquetador se ha convertido en el elemento principal para la creación de publicaciones. Explora su importancia desde el primer libro hasta la nueva era digital.

¿Cómo maquetar videojuegos?

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Hay algo necesario en todos los sitios que leemos información y que damos por sentado pero cuando falla es evidente que alguien no ha hecho su trabajo. Se trata de la maquetación.

Desde los inicios de la escritura se ha buscado la forma de hacer lo más fácil y estéticamente agradable la lectura de información con la limitación del soporte, formato, costes…Y equilibrar todo creó una profesión nueva: el trabajo de maquetador.

Comprender un mensaje con facilidad parece algo trivial pero cuando hay mucho texto o un texto tiene que destacar lo obvio no lo es tanto. Alguien entrenado en la buena maquetación hará, como el buen cocinero, que con los mismos ingredientes todo luzca mejor.

Un poco de historia

Solo hay que pensar en los primeros libros. Los monjes escribían con letra pequeña en unos libros enormes aprovechando cada rincón ya que el papel era un lujo. La encuadernación en grandes tomos también requería otra forma de poner el contenido.

Más adelante con la imprenta, había que buscar la forma de seguir metiendo la máxima información, pero con un formato y retículas que pudieran reusarse de forma continuada ya que la rapidez entraba en la ecuación.

El invento de Gutenberg cambió todo, convirtiéndose en el invento clave de la historia y repercutiendo a las nuevas teorías y formas de trabajar.

A partir de ello, se crearon más tipos de publicaciones y tocó crear formas nuevas de poner la información como carteles, periódicos, tarjetas…

Pero los ordenadores entraron en la ecuación. Primero con la unión de las propias imprentas y de la maquinaria cada vez más digitalizada y, en estos últimos tiempos, también ha crecido la maquetación vinculandose a la creación de documentos digitales como EPUB o PDF.

Todo necesita maquetación

Con toda la modernización de la industria de la imprenta, el rol del maquetador fue expandiéndose y siendo un punto vital para muchas publicaciones.

Y aunque mucha gente puede relacionarlo como una faceta más del diseño gráfico, el alto grado de especialización requiere muchas veces alguien que sea experto en la materia.

La teoría ha ido expandiéndose, el software como el popular Adobe Indesign, y por ello realizar un curso se convierte en algo más que recomendable para cualquier profesional que vaya a tener relación con este campo.

Y es que conocer el concepto de las páginas maestras, las retículas, la priorización de las secciones, las hojas de estilos, las teorías de composición y las diferentes formas de solventar lo que pueden parecer tareas tediosas y/o imposibles en cuestión de cuatro clicks.

Con todo ello, cada vez que veáis cualquier documento podréis verlo de una nueva forma cuando se sabe maquetación. Ya no habrá vuelta atrás al ver el potencial y el trabajo que hay detrás de cada cosa. Y, usando otra vez las referencias culinarias, uno puede ver que la cosa más sencilla puede llevar más trabajo de lo que uno puede pensar en un primer momento.

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